Somos importantes (Día Internacional de las Personas Mayores 2020)

29 de septiembre de 2020 por
Fundación 26d

Este año tan infeccioso, el año en el que la COVID-19 ha golpeado casi todos los elementos de nuestra vida, y el año en el que se cumple el 20 aniversario de la declaración de los derechos de las personas mayores en la Carta Europea, las Sociedades de Geriatría y Gerontología de 29 países nos recuerdan, con preocupación, que no hemos avanzado nada en relación al edadismo.

 

La campaña Old Lives Matter (las vidas de las personas mayores importan) pone el foco en las vergüenzas de una sociedad que ha convertido la discriminación a las personas mayores en algo habitual, banalizado y sin castigo legal. Llama la atención que una comunidad diversa, como la nuestra, la LGTBIQ+ sea especialmente hostil hacia las personas mayores; y siendo más específicos, debemos centrarnos en los hombres gais. Pasar de los 40 años de edad o empezar a tener canas son algunos de los motivos empleados para justificar una visión negativa de la madurez. Cuántas veces hemos escuchado a algún amigo, al cumplir los 40 años, decir que ‘ya está viejo’ o que ‘a ver quién me va a querer ahora que me hago mayor’. Con estas expresiones estamos justificando el edadismo, aceptando erróneamente que sumar años sólo nos lleva a un estado de nuestra vida en el que no servimos para nada ni nadie. 

 

Las personas mayores LGTBIQ+ han tenido que luchar siempre contra la discriminación. Por un lado, la LGTBIfobia socialmente aceptada que les tocó padecer. Y cuando parece que la sociedad reconoce los errores cometidos con ellxs, aparece el edadismo. Como comunidad tenemos que hacer una reflexión y esfuerzo mayores para corregir esta pérdida de sensibilidad, que provoca un mayor sentimiento de soledad no deseada, aumento de estados depresivos y mayor vulnerabilidad.

 

Los ejemplos de edadismo son muy frecuentes en las noticias; como dos empleadas en una residencia de mayores que maltratan y suben a la red sus ‘hazañas’, contra la dignidad humana, y a la que solo se les despide por dañar la imagen de la residencia. Sin que nadie cuestione que el castigo debería ser por denigrar a las personas mayores. A falta de educación y legislación sobre el edadismo, ¿qué sociedad estamos construyendo? ¿Una sociedad que permite que a causa de una pandemia miles de personas mayores fallezcan sin derecho a un trato digno o a la salud?

 

A todas esas personas mayores que nos han dejado en este inesperado año 2020, nuestro cariño y respeto. Entre ellas, también está nuestra gente: Ángel, María, Edison, Candelaria, Carlos Jorge y Ricardo. Su recuerdo nos llena los ojos de lágrimas, y su memoria alimenta el ánimo para seguir trabajando y luchando para dignificar a todas las persona; para construir un mundo donde las discriminaciones sean el contenido de una asignatura de historia de la vergüenza, y donde todos los colectivos diversos sean realmente diversos y enriquezcan un mundo más feliz.

 

Os animamos desde la Fundación 26 de Diciembre a aportar ese granito de arena para la construcción.

 

Un abrazo desde el corazón y feliz día de las personas mayores.

 

Federico Armenteros Ávila

Presidente de la Fundación 26 de Diciembre

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